Llevarse a la boca un trozo de carne, con una costra crujiente, salada y un centro magro, caliente y con el jugo perfecto, es algo que el común de las personas sólo puede llegar a soñar, o obtener en un restorán repleto de estrellas. Es por eso que decidí compartir este sencillo truco para que tus sueños se hagan realidad, y obtengas esa carne incomparable. Un adelanto… ¡necesitas maicena!
httpv://youtu.be/pV_l5Hn4PGc