¡Un plato perfecto! El pollo absolutamente sabroso, cubierto de esa salsa de tomate con el toque perfecto de acidez y el queso parmesano que te hará llegar a las nubes y volver. Prepáralo a tu familia y obtendrás cientos de aplausos.
Porciones: 6 platos
Tiempo de preparación: 1 hora
Ingredientes:
4 a 6 pechugas de pollo deshuesadas, con la grasa golpeada y cortada
½ taza de harina para todo uso
Sal y pimienta a gusto
½ taza de aceite de oliva
2 cucharadas de mantequilla
1 cebolla mediana, picada
4 dientes de ajo, picados
¾ taza de vino (blanco o tinto)
3 latas de 400 gramos de tomates machacados
2 cucharadas de azúcar
¼ taza de perejil fresco, picado
1 taza de queso parmesano recién rallado
½ kilo de linguine delgado (pasta)
Preparación:
Mezcla la harina, sal y pimienta en un plato grande.
Unta las pechugas golpeadas de pollo en la mezcla de harina. Deja a un lado.
En este punto, puedes hervir el agua para cocinar tu pasta. Cocina el linguine hasta que esté al dente.
Calienta el aceite de oliva y mantequilla en una sartén sobre fuego medio. Cuando la mantequilla esté derretida y la mezcla aceite/mantequilla esté caliente, fríe las pechugas de pollo durante 2 o 3 minutos por cada lado hasta que estén doradas.
Retira las pechugas de pollo de la sartén y mantenlas caliente.
Sin limpiar la sartén, añade las cebollas y ajo, y revuelve gentilmente durante 2 minutos. Vierte el vino y raspa el fondo de la sartén, removiendo todos los trocitos con sabor del fondo. Deja que el vino se cocine hasta que se reduzca a la mitad, durante unos 2 minutos.
Vierte los tomates machacados y revuelve para combinar. Añade azúcar y más sal y pimienta a gusto. Deja cocinando por 30 minutos. Casi al final del tiempo de cocción, añade el perejil picado y revuelve la salsa por última vez.
Con cuidado pon las pechugas de pollo sobre la salsa y cúbrelas completamente con queso parmesano rallado. Coloca una tapa sobre la sartén y reduce la llama a nivel bajo. Deja cocinando a fuego lento hasta que el queso se haya derretido y el pollo esté caliente. Añade más queso a gusto.
Vierte la pasta en un plato y cubre con salsa. Deja la pechuga de pollo encima y rocía con más perejil. Sirve de inmediato.
Todas las fotografías pertenecen a The pioneer woman