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Una pista: es increíble.
¿Cuántas veces estuviste con dudas de ir a esa aventura? ¿Por qué cuesta tanto animarnos a dar el primer paso? Al querer viajar, muchas veces hablamos con personas que ya fueron al destino que queremos visitar para pedirles consejos. A la hora de ponernos a planear y organizar todo, aparecen las típicas advertencias de nuestros seres queridos que podrían frenarte de realizar el viaje de tus sueños. A continuación te muestro por qué no deberías dejar que esto suceda:
Anímate a dejar volar tu espíritu viajero
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Con esto no quiero decir que la única vía recomendable para viajar sea la aérea, sino que me refiero a que saques ese espíritu viajero que tienes dentro y despegues para adentrarte en todos los rincones que este mundo de locos tiene para ti. Un planeta de locos por la cultura, la historia, el arte, las costumbres, los paisajes, la naturaleza y, por supuesto, los viajes.
No es necesario ser millonario para tener una escapada a ese lugar que tanto deseas, tan sólo debes de tomarte tu tiempo de ahorro y tener como prioridad tu próximo destino. Recuerda que la mente tiene un rol protagónico en este tipo de situaciones, así que si no te visualizas escalando el Everest o disfrutando de las playas del Caribe, quizás sea más complicado que resulte tu aventura. Una vez que ya lo tengas todo, es hora de agarrar la mochila y conocer el lugar que tanto deseas.
Escápate con tu mochila y conéctate con el mundo
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Carga lo menos posible, evitando llevar muchas cosas materiales: poca ropa, un buen calzado, un termo y una cámara son suficientes para emprender el viaje. Recuerda que lo importante es disfrutar y dejarte llevar.
Desconéctate de todo, haz que ese instante tan esperado se convierta en momento único. ¡Olvídate del celular e Internet! Te aseguro que la paz que sentirás al dejar de leer las noticias o los problemas de oficina, es invaluable.
Come los platos que consideres extraños y que para otros sean la comida de cada día, ¿por qué no probarlos? Existen cientos de placeres gastronómicos que aún no conocemos por tener miedo a salir de nuestra dieta.
Adéntrate en la cultura del país que visites y aprende de los nativos de la zona. Dirígete a los pueblos pequeños y conoce la infinita cantidad de historias y leyendas urbanas que tengan.
Las fotografías serán tu mayor recuerdo, así que olvídate de gastar dinero en souvenirs.
Duerme en algún hostal y conoce gente nueva. Cuando regreses a tu rutina tendrás las comodidades de siempre, así que no te quejes por pasar un pequeño lapso de tiempo en un cuarto compartido.
Cambia tu actitud y vive sin arrepentimientos
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Anímate a viajar, explorar, conocer y a dejarte llevar. Es una cuestión de actitud y muchas ganas, así que deja de decir “¡qué bueno habría sido!” y cámbialo por “¡qué buen viaje tuve!”. Si tu sueño es viajar, métetelo en la cabeza y lo conseguirás.
¡Ah! Y no tengas miedo de viajar por tu cuenta, porque harás muy buenos amigos en el camino. Además aprenderás un montón, aumentarás la lista de anécdotas para contar y recordarás tu aventura durante muchos años.
Y ahora, ¿estás pensando en agarrar tu mochila?