Katie Hall fue sorprendida al segundo que lo vio: una bombilla de luz brillando en el centro de una habitación, sin cables conectados.
Mirando hacia atrás, era un experimento, ella recuerda: una pequeña habitación llena de bobinas de refrigerador de cobre gigante – el tipo que verías si abres la parte trasera de tu congelador.
Ella pasó caminando entre las bobinas y la bombilla – y aún la bombilla brillaba.
“Dije: ‘Vamos a trabajar en esto. Esto es el futuro.'”.
httpv://youtu.be/2WptThYDQWg