Por Renato Satta
16 octubre, 2014

Katie Hall fue sorprendida al segundo que lo vio: una bombilla de luz brillando en el centro de una habitación, sin cables conectados.

Mirando hacia atrás, era un experimento, ella recuerda: una pequeña habitación llena de bobinas de refrigerador de cobre gigante – el tipo que verías si abres la parte trasera de tu congelador.

Ella pasó caminando entre las bobinas y la bombilla – y aún la bombilla brillaba.

“Dije: ‘Vamos a trabajar en esto. Esto es el futuro.'”.

httpv://youtu.be/2WptThYDQWg

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