Ellos se tomaron muy en serio el dicho que dice que las cosas compartidas son mejores.
Sé que cada vez que paso un gran momento con mis amigos de vacaciones pienso en lo increíble que sería comprar algún día un terreno para construir una cabaña en conjunto para veranear. También me consta que hay varias personas que han pensado lo mismo…pero por diversas razones nadie nunca lo vuelve una realidad. Bueno, al parecer no todos. Cuatro parejas –que además son amigos– compraron un terreno en el río Llano en Texas y pensaron en construir una gran casa para compartir, esto hasta que el arquitecto Matt Garcia les propuso una mejor idea.
Según TreeHugger, ahora cada pareja tiene su propia cabaña de retiro en el sitio –también hay una quinta para invitados– con cocina y comedor comunes. Cada cabaña fue diseñada y pensada para ahorrar espacio y para que las personas pudieran disfrutar de su entorno natural, además de aprovechar los recursos del medioambiente –García implementó algunas ideas ecológicas a su diseño como el sistema de recolección de agua de lluvia–. En sus 32.5 m2 las cabañas tienen una estética simple, espaciosa y moderna y fue construida con materiales básicos como madera contrachapada, láminas de acero y estanterías hechas de tubos, para darle un toque rústico y contemporáneo.
Aunque en su afán por aprovechar cada centímetro del espacio disponible de forma práctica, hay cosas extrañas en el diseño…como este refrigerador pequeño y cafetera que comparten un espacio con el inodoro.
En su exterior las cabañas tienen un revestimiento de metal galvanizado de alta duración que protege la construcción del clima seco y caluroso de Texas y mantiene las casas bien aclimatadas. También cada una cuenta con un jardín exterior. Según Small House Bliss, cada una de estas cabañas costaría alrededor de $40.000 dólares.
