Por Romina Bevilacqua
6 marzo, 2015

¿Cómo sería el mundo si las personas consideraran a la naturaleza como sagrada?

Phrakru Pitak Nanthakthun, un monje Budista del noreste de Tailandia, tiene la respuesta para esa pregunta. Durante 25 años, el monje ha realizado ceremonias para “ordenar” árboles –conferirles órdenes sagradas o consagrarlos–, y espera que eso ponga fin a la deforestación y deterioro de la naturaleza en la región.

Cuando ordenas a un árbol, ese árbol se vuelve sagrado”, dijo Nanthakthun a la BBC. “Una vez que se ha ordenado a un árbol ya nadie quiere destruirlo”. Nanthakthun es el abad –superior de un monasterio– de Wat Arunyawas y realiza ceremonias públicas de ordenación de árboles en las que los monjes y las personas, por igual, amarran batas naranjas alrededor de los árboles en esa área. Las personas ven las batas de los monjes como sagradas, lo cual puede alentar a que traten con un respeto similar a los árboles ordenados. “Las personas reúnen batas para colocarle a los árboles”, dijo el monje. “Y todos saben que el bosque está bendito”.

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En su ensayo de 1998 “La Ordenación de un Árbol: El Movimiento Ecológico Budista en Tailandia”, Susan M. Darlington escribió que los budistas involucrados en este tipo de acción ambiental “ven a su religión como crucial para entregar guías prácticas además de morales para la conservación ecológica”.

Después continúa diciendo:

Los “monjes ecológicos” son aquellos que participan de forma activa en actividades ambientales y de conservación y que responden al sufrimiento que causa la degradación ambiental. Uno de los principales fines del Budismo es aliviar el sufrimiento, cuyas causas son la codicia, ignorancia y odio. Los monjes ven la destrucción de los bosques, la contaminación del aire y océanos, y otros problemas ambientales como resultado de actos de personas que actúan según estos males, motivados por una ganancia económica y el beneficio material de desarrollo, industrialización, y consumismo.

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Como monjes, creen que es su deber el actuar contra estos males. Sus acciones los llevan a estar al centro de los debates políticos y económicos, especialmente en los que tienen que ver con el rápido desarrollo de la economía Tai y el control de los recursos naturales. El modelo de Nanthakthun se ha extendido a otros países como Laos y Sri Lanka, dijo el monje, lo cual le da esperanza de que tales acciones tengan un amplio impacto sobre la restauración ambiental.

Si todos en el mundo ayudaran a salvar a los bosques, podríamos abordar el problema del calentamiento mundial y reducir la escases de comida y la hambruna”, señaló Phrakru Pitak Nanthakthun . “Siento orgullo de lo que hemos hecho”.

Visto en: HuffPost