Por Romina Bevilacqua
3 marzo, 2015

Al parecer deberíamos comer más mantequilla de maní  y otros productos de cacahuete cuando pequeños.

Un estudio con cientos de niños con alto riesgo de desarrollar alergias al cacahuete (maní) han revelado lo inimaginable: Comer bocadillos con cacahuete a temprana edad a menudo los protege de alergias al maní para cuando tienen 5 años de edad. Por otro lado, los niños que evitaron los cacahuetes, fueron mucho más propensos a desarrollar esa alergia. Este innovador estudio fue publicado en la New England Journal of Medicine la semana pasada.

Las alergias al maní afectan hasta un 3% de los niños en edad de ir a la escuela en Estados Unidos, Europa occidental y Australia, y también se está volviendo un factor principal en las alergias en países asiáticos y africanos. Durante años, los manuales de salud, pediatras y alergistas recomendaban evitarlo en las dietas de los niños. Pues resulta que evitarlo solo empeoraba más el problema. “No hay precedente de un estudio que muestra un beneficio de tal magnitud en la prevención de la alergia al cacahuete”, dijo Anthony Fauci del U.S. National Institute of Allergy and Infectious Diseases en un comunicado de prensa. “Los resultados tienen el potencial de transformar cómo tratamos la prevención de alergias alimentaria”.

Se inscribieron 640 niños del Hospital de Niños Evelina (Londres) en una prueba controlada y aleatoria llamada LEAP –Aprendiendo Temprano Sobre la Alergia al Maní, en inglés–. Estos niños tenían entre 4 y 11 años y una eczema grave, alergia a los huevos, o ambos –estos son indicadores de un alto riesgo de desarrollar alergia al maní–. Se les sometió a un examen de punción en la piel, y luego se dividieron aleatoriamente en grupos donde unos consumirían cacahuete y otros lo evitarían.

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A los niños pertenecientes al grupo que consumió maní y que obtuvo resultados positivos de las punciones se les dio un total de 3.9 gramos de proteína de cacahuete en dosis en incremento. Si no tenían reacciones a este cambio se les daba por lo menos 6 gramos de proteína de cacahuete a la semana repartidas en tres comidas hasta que alcanzaban los 60 meses de edad. La fuente elegida de maní fue Bamba (en la fotografía superior), una merienda hecha de mantequilla de maní y maíz inflado; pero si a los niños no les gustaba Bamba, se les ofrecía mantequilla de maní suave de marcas Sunpat o Duerr’s.

Para cuando los niños cumplieron los 5 años, menos del 1% de aquellos del grupo que comía cacahuete desarrolló una alergia al maní. En el caso opuesto, un 17.3% desarrolló la alergia en el grupo que evitó el cacahuete. Eso es una reducción de un 81% en el consiguiente desarrollo de alergia al cacahuete.

Este es un avance clínico importante y contradice guías a seguir anteriores”, dijo el líder del equipo de LEAP, Gideon Lack del King’s College (London) en un comunicado de prensa. “Si bien estas fueron retiradas en el 2008 del Reino Unido y los Estados Unidos, nuestro estudio sugiere que se necesitan nuevas guías a seguir para reducir la tasa de alergia al maní en los niños.” El próximo paso de estudio de LEAP es continuar monitoreando a estos niños para ver si se mantienen protegidos contra la alergia si dejan de comer cacahuete por un año.

Visto en IFLScience

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