Por Catalina Vásquez
20 febrero, 2015

El invento que crearon para ayudar a Frostie, le cambió la vida de forma radical.

Frostie, un cabrito de nieve, llegó a este santuario animal con una terrible condición que complicaba su vida. Su cordón umbilical se había infectado y esto se expandió, al nivel de impedirle usar sus piernas traseras. A pesar de los antibióticos y analgésicos que le estaban administrando, su cuerpo seguía lleno de toxinas y un simple carrito con ruedas fue la solución.

Ahora Frostie pueden moverse por todo el santuario de Edgar Mission, compartir con los otros animales y a la vez, eliminar las dañinas toxinas que quedan en su cuerpo. Esperemos que pronto pueda empezar a utilizar sus patitas traseras.

httpv://youtu.be/zi9frWEyMqU

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