Por Catalina Vásquez
26 enero, 2015

Cuando los perros se dan vuelta y se ponen de espalda con sus panzas al aire, su comportamiento es sumiso, ¿cierto? Pues bien, nuevas investigaciones sugieren que puede ser que hemos interpretando erróneamente el lenguaje canino.

Un nuevo estudio de la Universidad de Lethbridge en Canadá y de la Universidad de Sudáfrica demostró que la maniobra de darse vuelta pueda ser más bien un acto combativo que uno de sumisión. Para este estudio, los investigadores observaron una perra de mediano tamaño mientras jugaba, uno a la vez, con 33 perros diferentes. También analizaron 20 videos de YouTube en donde aparecían perros jugando y examinaron cada vez que uno de estos animales se daba vuelta y se ponía sobre su espalda.

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¿Qué descubrieron los investigadores? En la investigación, ninguna de las veces que los perros se daban vuelta fue consistente con una actitud sumisa. En su lugar, al parecer el darse vuelta se utiliza como una táctica de defensa par evitar mordeduras en el cuello o maniobras ofensivas de ataque.

“Nos sorprendió mucho que en ninguna instancia la actitud de ponerse de espalda de nuestros perros de muestra se podría atribuir a una sumisión”, comentó el Dr. Sergio Pellis, coautor de la investigación y profesor de neurociencia de la Universidad de Lethbridge, al Huffington Post vía correo electrónico”. Nuestros resultados sugieren enfáticamente que otros estudios que han utilizado la postura con las patas arriba como indicador de sumisión, pueden haber exagerado el rol que juegan las relaciones de dominio para regular el comportamiento social de los perros domésticos en general, y en particular, la relevancia de las relaciones de dominio durante el juego”.

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En otras palabras, darse vuelta no siempre está relacionado a la sumisión. Al fin y al cabo, explicaron los investigadores, si las dadas de vueltas se utilizaran como gestos sumisos durante el juego, entonces sería más probable que el perro más pequeño o débil se diera vuelta de espalda, pero en sus observaciones los investigadores notaron que es más común que lo haga el perro más grande.

También indicaron que si la dada de vuelta se utilizara como una señal de sumisión, entonces el perro se quedaría en esa posición por más tiempo, pero las vueltas que ellos observaron tendieron a ser más cortas.

En cuanto a la razón por la que hemos estado equivocados sobre la posición patas arriba, Pellis señaló que las investigaciones anteriores estudiaron a lobos. En las manadas de lobos, los animales de estatus inferior sí tienden a ponerse sobre sus espaldas a modo de gesto sumiso, pero esto ocurre principalmente en contextos que no son de juego.

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“Aunque los perros se pueden haber originado a partir de los lobos, su comportamiento diverge muchísimo del de ellos”, Pellis comentó en un correo electrónico. “Para entender con mayor profundidad el comportamiento de los perros, entonces se requiere que examinemos cuidadosamente sus habilidades en el contexto de su ambiente actual, es decir, como compañeros de los humanos“.

El estudio se publicó en la edición de enero del 2015 de la publicación Behavioural Processes.

Visto en: Huffington Post

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