El mérgulo atlántico es un ave de la familia de los álcidos a los que suele llamarse “pingüinos del norte” que ha demostrado ser bastante inteligente según los hallazgos de un reciente estudio en el Ártico. Los científicos estudiaron a este grupo de aves y descubrieron una sorprendente respuesta de parte de la especie ante el rápido aumento de temperaturas de la región: los mérgulos atlánticos han estado aumentando la comida que han perdido debido al cambio climático de una forma bastante ingeniosa. Ahora también cazan presas que han sido afectadas por el agua congelada de los glaciares que se está derritiendo producto del cambio climático.
El estudio, publicado el 12 de enero en el journal Global Change Biology, es el primero en examinar los hábitos de alimentación de los pequeños álcidos a medida que el hielo Ártico se ha ido perdiendo. Los científicos observaron a las aves desde el archipiélago de Francisco José en las costas del norte de Rusia durante una expedición apoyada por la Sociedad de la National Geographic.
Desde 2005, el agua del hábitat de los álcidos ya no tiene hielo durante el verano, reduciendo el número de zooplancton, un alimento clave para las aves. Los zooplancton usualmente se reúnen alrededor del hielo, sin embargo las aves ahora han optado por alimentarse del zooplancton que es aturdido por las aguas frías que se generan con el derretimiento de los glaciares porque son más fáciles de cazar.
A sus dificultades de encontrar alimento se suma otro factor: las crías de álcidos han seguido creciendo con la misma rapidez que en 2005, sin embargo la masa de los adultos ha bajado un promedio de 4% desde principios de los años 90′. Puede que no suene como mucho, “pero no sabemos de qué forma esta baja de peso podría afectarlos”, comenta Enric Sala, co-autor del estudio y explorador de la National Geographic.
¿Por qué es importante?
Estas aves son especialmente vulnerables al cambio climático. Las aves usualmente son consideradas como un indicador de las especies del Ártico, lo que levanta una alerta roja para los cambios climáticos. “Es una buena noticia que los álcidos se estén adaptando”, comenta Sala, “pero debido a que el sistema está cambiando constantemente, no sabemos durante cuánto tiempo podrán mantener este ritmo”.
Las aves también tienen un rol crucial en el ecosistema del Ártico, por lo tanto otras especies también podrían verse afectadas por los cambios que sufren los pequeños álcidos. Hasta la fecha, el Ártico ha subido sus temperaturas el doble de rápido que otras latitudes similares. Según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático se espera que no quede hielo en las épocas de verano para el año 2030. Todo esto tendría implicaciones drásticas para las especies, pasando desde las aves marinas hasta los osos polares.
Los científicos advierten que es posible que algunas especies del Ártico se extingan, sin embargo se desconoce cómo responderán las criaturas en general y probablemente tendremos varias sorpresas. Además se cree que todos los glaciares del continente desaparecerán del Archipiélago Francisco José dentro de unos 180 años, sin embargo la cantidad de agua derretida podría disminuir mucho antes. A medida que esto sigua sucediendo, no queda claro si las aves podrán conseguir suficiente comida. “Al final, sólo hay una cosa que podemos hacer por los álcidos, los osos polares y toda otra criatura que se vea afectada”, comenta Sala. “Y eso es reducir las emisiones que causan el efecto invernadero”.
Visto en: National Geographic