Por Romina Bevilacqua
22 diciembre, 2014

Kenny, un wombat rescatado, no podría estar más cómodo tomando siestas en el inusual lugar que él mismo eligió: un cajón de un vestidor en el santuario de vida salvaje que lo rescató.

Pero las cosas no siempre fueron tan buenas para el dulce y pequeño marsupial. A Kenny lo salvaron de una muerte segura en septiembre luego de que su madre fuera atropellada por un automóvil. Una bondadosa pareja que se detuvo a ayudar descubrió al peludo bebé aún dentro de la bolsa de su madre. Entonces condujeron más de 160 kilómetros hacia el santuario del Parque de Reptiles de Australia en Nueva Gales del Sur donde el wombat recibiría todo el cuidado que necesitaba.

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Cuando llegó, el personal del santuario no estaba seguro de que sobreviviría. Pero luego de recibir atención las 24 horas al día y de ser alimentado en intervalos regulares con biberón, el wombat huérfano pudo salir adelante, llegando a ser un joven perfectamente alegre y juguetón.

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Kenny está creciendo muy rápido”, personas del santuario escribieron el mes pasado, “pero aún le encanta acurrucarse”. Desde entonces, Kenny ha seguido creciendo y creciendo y a la vez ha ganado un gran número de fanáticos que lo adoran. Pero el wombat rescatado parece estar tranquilo con todo lo que pasa a su alrededor.

El pequeño wombat de siete meses ya no es tan pequeño. De hecho, a pesar de que aún debe ser cuidado por sus padres adoptivos en el santuario, ya es capaz de hacer ciertas cosas por sí solo, como escoger el sitio perfecto para una siesta.

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Apenas sale de la bolsa de su cuidadora en su habitación, se dirige directamente hacia la cajonera de abajo”, dijo Libby Bain, del Parque de Reptiles de Australia, al Daily Telegraph. “Ha aprendido a darle un empujoncito a la esquina del cajón y luego camina alrededor para empujarlo y que se abra. Se sube a él, lo cual le toma unos minutos porque aún es pequeño, y luego se acomoda con las cobijas y se duerme”.

Si todo sale según lo planeado y él continúa fortaleciéndose, el santuario espera que Kenny pueda regresar al mundo salvaje algún día.

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Visto en: Daily Telegraph Au., The Dodo

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