Por Romina Bevilacqua
12 noviembre, 2014

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La estudiante irlandesa de secundaria Émer Hickey jardineaba con su madre cuando observó unos nódulos que habían sobre una planta de guisantes. Ella descubrió más tarde que esas hinchazones contenían algo que podría reducir nuestra dependencia a los fertilizantes químicos y ayudar a mitigar el hambre mundial: las bacterias.

Pero no sólo cualquier bacteria. Hickey y sus compañeras, también de 16 años, Ciara Judge y Sophie Healy-Thow, –todas del condado de Cork en Irlanda– experimentaron con los microbios, llamados rizobios, para acelerar el proceso de germinación en las semillas en un proyecto que ganó la Feria Científica de Google del 2014 a fines de septiembre. Las estudiantes descubrieron que cuando las semillas eran tratadas con la bacteria, su rendimiento mejoraba.

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Las adolescentes comenzaron el proyecto cuando aprendieron sobre la crisis alimenticia global en su clase de geografía. “Nos interesó mucho saber lo que esta bacteria podía hacer y lo que las personas no han hecho con ella hasta ahora”, dijo Healy-Thow a Scientific American.

El truco de usar microbios para mejores rendimientos es antiguo en el mundo de la agricultura. “La bacteria actúa como un sistema de alerta temprano para las plantas, impulsando el crecimiento”, explica National Geographic. “Cuando los microbios sienten la presencia de compuestos llamados flavonoides en las plantas, comienzan a crear nódulos, hinchazones en las raíces que contienen bacterias, capaces de convertir el nitrógeno atmosférico en formas que la planta puede consumir. La presencia de los nódulos luego le dice a las plantas que es tiempo de crecer más rápido”.

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Sin embargo, a las adolescentes les dijeron que los microbios no tendrían efectos en los cultivos de cereales. Pero así ocurrió. Trataron las semillas con la bacteria y descubrieron que las semillas germinaron un 50% más rápido. También aumentaron el rendimiento de la cebada y avena en un 70%.

Una mejoría en el rendimiento de cultivos de cereales como esta puede ayudar de forma significativa a combatir el desafío de la creciente pobreza alimentaria del mundo”, escribió el trío en su propuesta ganadora. Hickey, Judge y Healy-Thow ganaron becas y un viaje a las Islas Galápagos. Planean continuar con su proyecto, que incluye estudiar “lo que sucede dentro de las semillas”.

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