El gobernador Jerry Brown firmó a fines de septiembre la primera medida que prohíbe el uso particular de las bolsas de plástico en tiendas de abarrotes y pequeñas tiendas de supermercados o almacenes en todo el estado de California. Esta medida fue impulsada por la contaminación que hay en las calles y los cursos de agua de la zona.
Una coalición nacional de productores de bolsas de plástico inmediatamente se manifestó en contra de la medida y señaló que buscarían un referendo para derogar la ley, que se implementará a partir de julio de 2015.
Bajo la ley SB270, las bolsas de plástico serán eliminadas de las cajas de las tiendas de abarrotes y supermercados como Wal-Mart y Target a partir del próximo verano y en tiendas minoristas, kioscos, almacenes y farmacias en 2016. La ley no se aplica para las bolsas utilizadas para almacenar las frutas, vegetales o carnes o para las bolsas de shopping en otros servicios de retail y permite a los almacenes cobrar un impuesto de $10 centavos por utilizar las bolsas de papel.
El senador demócrata, Alex Padilla, atribuye el crédito del impulso a nivel estatal a las más de 100 ciudades y condados, incluyendo Los Angeles y San Francisco, que ya tienen este tipo de medidas.
La ley marca un hito importante para los ambientalistas, quienes han impulsado exitosamente la prohibición de las bolsas de plástico a lo largo de Estados Unidos en ciudades como Chicago o Austin. Hawaii también se encuentra en camino a realizar prohibiciones en todo el estado, con todos los condados apoyando las prohibiciones.
“Este proyecto de ley es un paso en la dirección correcta –reduce el torrente de plástico que contamina nuestras playas, parques e incluso el vasto océano”, dijo Brown en un comunicado. “Somos los primeros en prohibir estas bolsas y no seremos los últimos”.
Los fabricantes de bolsas de plástico han presionado intensamente a través del grupo The American Progressive Bag Alliance, que emitió una publicidad en California que mostraba a la prohibición como una fuente de dinero para los almaceneros que llevaría a la pérdida de miles de empleos en la manufactura de bolsas de plástico.
“Si esta ley se hace efectiva, pondrá en peligro a miles de trabajos de manufactura en California, dañará al medio ambiente y despojará a los consumidores de billones, para que los accionistas y los socios de las tiendas de comestibles puedan llenarse los bolsillos”, dijo Lee Califf, director ejecutivo del grupo comercial de fabricantes, en un comunicado.
Padilla, autor del proyecto de ley, señaló que los ciudadanos rechazarían este referéndum y rápidamente adaptarán su comportamiento para ayudar al medio ambiente. “Para aquellos que estén preocupados por los $10 centavos que se les cobrará por el uso de bolsas de papel, existe una simple y elegante solución que es llevar bolsas reutilizables –como las de género– a las tiendas”, agregó.
