Por Álvaro Valenzuela
20 julio, 2015

Información que todos deberíamos saber.

Este artículo lo escribió originalmente la columnista Jessica Valenti para el diario inglés The Guardian y trata sobre cómo el sexismo y la discriminación sexual hacia las mujeres jóvenes ha fomentado el suicidio.

La principal causa de muerte de mujeres de 15 a 19 años en el mundo es el suicidio y un reconocido psicólogo, Vikram Patel, dijo en una entrevista que la razón más probable es la discriminación de género. Y no solo eso, según un estudio del 2014 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es el responsable de la mitad de las muertes violentas de hombres y un 71% de las muertes violentas de mujeres. Además, es la segunda causa de muerte de personas jóvenes entre los 15 y los 29 años. Pero recién ahora nos damos cuenta de como esto ha afectado a las mujeres jóvenes.

Aproximadamente desde el año 2000 que el suicidio es la principal razón de muerte en mujeres de 15 a 19 años superando incluso a muertes por problemas en el embarazo. Un ejemplo de esto se da en El Salvador donde muchas mujeres jóvenes quedan embarazadas por violaciones o relaciones incestuosas y deciden quitarse la vida. Cabe destaca que en este país el aborto es completamente ilegal.

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La OMS considera como riesgos de suicidio la discriminación, el abuso, la violencia y las relaciones conflictivas y gran parte de estos problemas los enfrentan mujeres jóvenes. Investigadores de la Universidades de Missouri-Kansas y Georgia State encontraron que había un enlace entre la angustia psicológica en mujeres con cosas como el acoso sexual, objetivación y violencia sexual. Si el sexismo impacta en la sanidad mental hace sentido que también influya en los suicidios de mujeres jovenes. Porque no importa el país del mundo,  se las trata mal en casi todos. En Estados Unidos, por ejemplo, el suicidio es de las principales causas de muertes de mujeres entre los 15 y los 24 años, superado solo por los accidentes.

El sexismo es diferente según el país, hay casos más extremos que otros. Pero son pocos los países que están completamente libres de una violenta misoginia y las estadísticas globales muestran una historia escalofriante. Para los especialistas las chicas necesitan centros de desarrollo y políticas públicas que las reconozcan como sujetos de derechos. También se necesita mayor información de los hospitales sobre los intentos de suicidios para poder ayudar a estas personas. Pero finalmente lo que más se necesita para mejorar estas estadísticas según dice la misma Valenti en su columna: “algo mucho más difícil de lograr: la igualdad”.

¿Qué opinas acerca de este tema? ¿Conoces algún caso?