Por Teresa Hechem
25 junio, 2015

La carta de esta mujer es perfecta. 

El día en que el multimillonario Donald Trump decidió lanzar su pre-candidatura a la Casa Blanca, realizó un comentario que ha indignado a muchos: Cuando México envía su gente, no envía a los mejores. Envía gente que tiene muchos problemas […] traen drogas, crimen, son violadores y, supongo que algunos, son buenas personas.

Muchas personas le han respondido, pero una de las repuestas que más ha resaltado es la de Adriana Almarza, una joven México-americana de 28 años que vive en Michigan. Adriana decidió dirigirse directamente a él en una carta abierta a través de su Facebook:

Dear Mr. Donald Trump, I’d like to take a minute to introduce you to my father, Raul Almanza. As you so eloquently put…

Posted by Adriana Almanza on Monday, June 22, 2015

Dear Mr. Donald Trump, I’d like to take a minute to introduce you to my father, Raul Almanza. As you so eloquently put…

Posted by Adriana Almanza on Lunes, 22 de junio de 2015

Querido Señor Donald Trump,

Me gustaría tomar un minuto para presentarle a mi padre, Raúl Almanza. Como tan elocuentemente opina, él es uno de los muchos que México “envía” a este país.

Ayer cumplí 28 años y fui bendecida con la oportunidad de compartir mi día especial con mi padre ya que era el Día del Padre también. De hecho, ayer no se trataba de mí del todo… Era acerca de él. Déjeme decirle por qué.

Hace como 30 años atrás, México “envió” a mi padre a Estados Unidos, o al  “Norte”, como le llamamos. No es secreto que él llegó aquí indocumentado, desautorizado o “ilegal”. Trabajó muy duro en el campo, viajando de estado a estado para encontrar un trabajo. Ayudó a mantener a sus padres y 9 hermanos que estaban en casa. Y cuando yo nací, él ya no era solo un hijo, hermano, proveedor o trabajador inmigrante. Finalmente él se ganó el título de padre.

Raúl no tiene lo que usted llama una “educación formal”. Él dejó la escuela secundaria antes para trabajar y ayudar con el financiamiento familiar. Pero eso no significa nada. Cuando yo era joven, iba a casa y mi padre nunca dudaba en ayudarme con mis tareas; él me inculcó la importancia de la educación y una carrera, aunque él no tuviera una. Mi padre ha trabajado de 5-6 días a la semana desde que yo era una niña y nunca lo he escuchado quejarse de eso. Él no bebe. Tampoco usa drogas. Desde luego no es un criminal, violador o traficante de drogas como sugirió en su discurso.

Sr. Trump, en su discurso, anuncia que México no envía lo mejor a Estados Unidos. Pero me permito disentir. Si mi padre es de alguna manera una representación del tipo de gente que envía México, no cabe ninguna duda en mi mente de que este país está recibiendo lo mejor. El problema es que usted y yo tenemos una definición diferente de lo que significa lo mejor.

Yo me siento aquí con una maestría y una carrera gratificante. ¿Sabes lo que eso significa? Absolutamente nada. Durante toda mi vida lo único que he querido es hacer que mi padre se sienta orgulloso. Quiero asegurarme de que él sepa que sus sacrificios no se dieron por sentados. No somos ricos de riqueza, señor. Pero somos ricos en lo que importa… Conocimiento, cultura y fe. Nosotros tuvimos un comienzo humilde… Y cada año se nos recuerda eso cuando viajamos a México a visitar a nuestra hermosa familia.

Los mejores, para mí, son los que trabajan duro y continúan siendo humildes, precisamente eso es lo que representa mi padre; precisamente es eso lo que otros millones de mexicanos representan.

A lo mejor, debería conocer a más gente como mi padre porque hay millones como él.  Y así, en lugar de criticar México, le dará las gracias por enviar “lo mejor”.

El objetivo de Adriana es claro: presentarle a su padre, un inmigrante mexicano, para que conozca realmente su historia (y por extensión, la de millones de personas como él) que fueron a ese país a trabajar por el futuro de su familia. 

La carta de Adriana se ha vuelto viral: ha logrado 269.737 me gusta y más de 130 mil compartidos.

¿Qué te parece a ti?

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