Quizás muchas personas pensarán que está loco, pero para él, tatuarse es una tradición que no planea romper.
Esta es la historia de Keith Anderson, un padre devoto que vive en Ontario, Canadá, y ha encontrado una manera única para recordar la infancia de su hijo Kai. Su brazo derecho está cubierto de tatuajes basados en dibujos de su hijo y cada año añade uno nuevo.
“El primero de ellos fue una margarita, lo tiene tatuado desde que Kai estaba en el jardín de infantes“, le dijo Anderson a Chance Faulkner, el fotógrafo que tuvo una entrevista con él y tomó estas fotos.
Anderson dijo que “recientemente, mi hijo estaba allí conmigo en la tienda de tatuajes y pudo tatuarme un poco. A él le encanta. No conozco a nadie que se haya tatúe el arte original de su hijo, es bastante divertido. La gente me pregunta qué va a pasar si se me acaba el espacio; Supongo que voy a conseguir que haga dibujos más pequeños”.
“No conozco a nadie que se tatúe el arte original de su hijo, es bastante divertido”
Este fue su primer tatuaje, hecho cuando su hijo estaba en el jardín de infancia
“Recientemente, mi hijo estaba allí conmigo e hizo parte del tatuaje. A él le encanta”
“La gente me pregunta qué va a pasar si se me acaba el espacio; Supongo que conseguiré que haga dibujos más pequeños”
Kai dibujó esta casa cuando tenía a penas 4 años de edad
Kai hizo esta patriótica hoja (Canadá) cuando tenía 7 años
Kai dibujó este caballito de mar cuando tenía 6 años.
Hizo este robots cuando tenía 10 años.
Este es el tatuaje favorito de Keith, hecho cuando su pequeño tenía 8 años
Su padre dice que “seguiremos haciendo esto hasta que mi hijo no quiera seguir”
Si te gustaron las imágenes del fotógrafo que las tomó revisa su página web.