Por Francisco Lira
1 junio, 2015

Necesitas un promedio de 12 semanas para reemplazar malas costumbres.

Todos tenemos un mal hábito. Alguna cosa que, independiente si es saludable o no, lo hacemos por capricho o mala costumbre. Y lo hacemos de manera inconsciente, ya que un hábito no es algo que surja de la nada.

Si ya crees que es hora de dejar esto, te contamos que, según científicos del Periódico Europeo de Psicología Social, romper un circuito de hábito efectivamente, implica 66 días de trabajo continuo, a partir de un estudio realizado a 96 personas durante 12 semanas.

Somos animales de costumbre, y por más difícil que creamos que sea cambiar pequeños patrones de nuestras rutinas y comportamiento, si nos comprometemos en cierto periodo de tiempo con poder romper estos ciclos, lo lograremos de verdad.

Puede que seas un fumador por inercia, hagas sonar tus nudillos, o te comas las uñas. Dejarlo no es algo en lo que puedas confiar dejar el día de mañana, es un proceso. Pero debes predisponerte a este y tener la intención de comprometerte con cambiar este mal hábito que tienes, sea cual sea.  Debes recordar que tú tienes el control, y no eres una esclava de tus hábitos. Solo debes usar, como se dice a veces, el poder de la mente.

En el libro “El poder de los hábitos” de Charles Duhigg, se describen tres partes que conforman la creación de un hábito. Primeramente, todo comienza con un estímulo enviado a tu cerebro para permitir cierto comportamiento. Luego, es la rutina creada sobre esa acción, para posteriormente generar una respuesta positiva del cerebro ante esto, lo que permite que lo repitamos y se vuelva en una costumbre. Y todo esto sucede, muchas veces, sin que siquiera puedas notarlo.

Y por eso, volvemos a lo anterior: puedes acabar con esta repetición en un periodo específico de tiempo. La clave, que fue la utilizada en la encuesta, es reemplazar ese mal hábito, por uno nuevo, y más saludable. Por ejemplo, dejar de fumar y salir a correr. De este modo, reemplazas una decisión inconsciente, por una consciente, y eso es más saludable.

Métodos saludables para poder llevar a cabo este cambio es ayudarte con el apoyo de amigos, contarles a otros lo que estás haciendo y que te alienten cada vez que estás en su compañía. También puedes llevar una cuenta de los días e ir anotando el proceso. No tiene que ser algo extenso, pero te ayudará a ser más consciente sobre lo que estás haciendo y cómo te lo estás tomando.

Así que si crees que ya es tiempo de cambiar ciertas cosas que haces, anímate y elige un propósito. No es bueno que te comprometas con todos las malas costumbres de una vez, cada hábito requiere dedicación particular y que no te sobrexijas, para que el resultado final sea un cambio definitivo.

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