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Es un destino que lo tiene todo.
Hay muchos motivos de por qué cada vez son más los viajeros que quieren conocer los secretos que esconde el Sudeste Asiático, y si bien se está convirtiendo en un destino un poco cliché no deberías dejarlo de lado por esta razón.
Las buenas ideas siempre se copian, así que no te sentirás decepcionado. Aquí aún puedes encontrar rincones libres de turistas, pasar entretenidas noches junto a mochileros de todo el mundo y comer deliciosos platos a precios ridículos.
Si aún necesitas más razones para convencerte, a continuación te dejo 8 que te harán empacar inmediatamente:
1. Es una cultura completamente distinta a lo que conoces
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Podrás ver monjes paseando en las calles, miles de templos antiguos, pequeñas estatuas con ofrendas, vibrantes mercados, personas comiendo y bebiendo afuera de las tiendas, entre otras cosas. Y es que todo te llamará la atención, desde los olores, el clima y los rostros distintos hasta las costumbres y modales de cada país. ¡Prepárate para asombrarte en cada esquina!
2. Hay playas que son absolutamente preciosas
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Yo simplemente amo nadar, así que para mi esta es una de las razones principales para visitar el Sudeste Asiático donde encontrarás paraísos en prácticamente cualquier parte. Prepárate para agua turquesa, arena blanca y tardes entretenidas bajo el sol. La major manera de recorrer las islas, es en los largos botes pescadores que te darán toda la atmósfera asiática que estabas buscando.
3. La incomparable calidez y alegría de los asiáticos
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Sí, hay lugares donde te tratarán muy mal por ser extranjero. Por ejemplo, yo tuve la peor experiencia cruzando la frontera de Laos a Vietnam en bus y también navegando en un barco durante 3 días en Halong Bay. Pero también conocí tailandeses increíbles en Ko Lanta, me reí a carcajadas junto a los meseros de Laos y un vietnamita me enseñó a cruzar las caóticas calles de Hanoi. Hay de todo, pero al final la balanza siempre es positiva y tendrás historias con desconocidos que ninguno de tus amigos te creerá cuando regreses.
4. Precios accesibles para los que viajan con bajo presupuesto
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Es normal que cuando llegues a un país intentes cambiar todo a tu moneda para entender cuánto estás gastando. Para los latinoamericanos no todo es TAN barato como algunos afirman, pero si sabes regatear y conformarte con menos lujos, de todas maneras podrás viajar cómodamente con un bajo presupuesto. El pasaje de avión es costoso, pero vivir ahí es barato.
5. Hay muchas facilidades para recorrer la región
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Puedes tomar trenes, buses, botes, taxis, motocicletas, automóviles, bicicletas o lo que tú desees. Sin embargo, debes ir con un nivel máximo de tolerancia, ya que probablemente nada resultara en el tiempo indicado. Cuando empieces a tomar todo con humor, disfrutarás tanto del viaje como del destino.
6. Probarás los platos más deliciosos de tu vida, ¡en serio!
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No hay nada como la comida asiática. Sí, hay cosas que por nada en el mundo metería en mi boca, pero hay otras de las que simplemente no puedes tener suficiente. Lo mejor de todo es que los puestos callejeros tienen una gran variedad de alimentos realmente deliciosos a precios bajísimos. El Pad Thai de la calle es lo mejor que he probado en mi vida.
7. Verás paisajes que te dejarán con la boca abierta
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Bosques tropicales, cascadas de colores irreales, atardeceres pintados a mano y Halong Bay (fotografía). Literalmente hay miles de lugares que te dejarán sin palabras y en donde podrás realizar fantásticas aventuras. Prepara tus ojos para la magia de la Madre Naturaleza.
8. Probablemente serán las mejores fiestas de tu vida
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Puedes tener una noche loca en la Full Moon Party de Tailandia, saltar de bar en bar mientras flotas en el Río Mekong o terminar en un bar-karaoke en Vietnam. ¡Hay muchos sitios donde pasarlo bien! Lo mejor de todo es que no te faltará compañía, ya que gran parte de los viajeros también quieren una noche entretenida.
