Por Teresa Hechem
8 mayo, 2015

Es ejemplar la generosidad y gran corazón de este hombre.

Una persona sin hogar entró a la Iglesia Charlotte en Carolina del Norte y dejó algo en el plato de la ofrenda que emocionó a muchos. El donante anónimo dejó un pequeño sobre con 18 centavos y una nota que decía: “Por favor no te enojes, no tengo más y soy una persona sin hogar. Qué Dios te bendiga”. 

httpv://youtu.be/qudOctXPVqM

Esta Iglesia está situada en medio de un refugio de indigentes y una importante zona comercial, por lo que se ve un gran contraste en términos de calidad de vida. Es por esto que la Iglesia decidió ofrecer cada domingo un desayuno para cerca de 150 personas sin hogar. El sacerdote de la Iglesia, Patrick Hamrick, comentó que desea honrar la dignidad de la persona que hizo este regalo y que le encantaría que esta se apareciera por la Iglesia, para ayudarlo, porque se lo merece y desea que esta historia tenga un final feliz.

Definitivamente, este hombre nos entrega una gran lección de generosidad. 

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