Por María Gana
18 mayo, 2015

Porque nadie quiere despertarse con mala cara.

Para algunos dormir no es tan fácil como parece; cae la noche y se dan vueltas y vueltas en su cama sin poder conseguir ni siquiera un minuto de sueño. Una opción es tomar pastillas, pero nunca es bueno depender de un químico para algo que debería ser natural en uno. Aquí hay 4 consejos que pueden ayudarte a pasar una noche reparadora, con los ojos cerrados y ojalá sin pesadillas:

1. Trata tu cuarto como si fuera un espacio sagrado

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@Llamas_up

Y eso significa que… No puedes seguir durmiendo en el sillón. Tu habitación debería ser un espacio libre de toda distracción, y más aún si tienes problemas de sueño. Intenta que siempre esté limpia y ordenada, la contaminación visual y los deberes pendientes a tu alrededor pueden hacer que no obtengas la tranquilidad necesaria para dormir.


2. Controla la temperatura

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@katherinepleshakova

La temperatura del cuarto es fundamental para hacerte sentir cómodo y en disposición de conciliar el sueño. Muchas personas no tienen el control sobre esto y deben aceptar lo que el clima ordene, pero también hay maneras simples de hacer pequeños cambios, como por ejemplo abrir la ventana, poner un ventilador o quizás una pequeña estufa eléctrica. La temperatura que suele ser la ideal para dormir va entre los 16 y 20 grados Celsius.


3. Ajusta el nivel de intensidad lumínica

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Kim Andren

La mayoría de la gente prefiere dormir en la oscuridad total, pero también hay otras que les es beneficioso algo de ligera luminosidad para conciliar el sueño. Si eres de las primeras y necesitas que ninguna luz perturbe tu visión, podrías considerar usar un antifaz sobre tus ojos o dormir con el brazo cerca de la cara, intentando bloquear las luces que llegan a ti, si es que son leves.


4. Aíslate de ruidos indeseados

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@katherinepleshakova

Lo mismo pasa con el ruido, alguna gente duerme mejor en total silencio y otra necesita un estímulo sonoro para dejar ir los pensamientos y relajarse. De todas formas, el ruido del ambiente es un estorbo, por lo que puedes usar tapones de oído que lo bloqueen o optar por utilizar un reproductor de música con una lista de canciones tranquilas. Si vives cerca de un entorno natural, concéntrate el sonido del ambiente: las gotas de agua, los grillos, el viento… Todo eso ayudará a tranquilizar la mente.