Por Bárbara Samaniego
17 abril, 2015

Afortunadamente, hay gente que se preocupa de ellos.

En diferentes partes del mundo, niños de todas las edades son engañados y secuestrados para formar parte de prostíbulos. El tráfico sexual es algo común, pero muy pocos sabemos qué hacer al respecto. Y lo cierto es que, cuando un niño es rescatado de una situación tan complicada, no puede seguir con su vida como si nada hubiera pasado. Porque las cosas han pasado. Y son terribles. Esta es la historia de Serey:

httpv://youtu.be/7sYGCBtrAok

La trata de mujeres y niños con fines de explotación sexual es el negocio que crece más rápido en el mundo, a pesar de que la legislación internacional y la de 128 países tipifican el tráfico sexual como delito. Afortunadamente para Serey, y para muchos niños más, existen fundaciones como Love146, que creen y luchan por su rehabilitación. Si quieres apoyar una causa tan buena, basada en el respeto y el amor, haz click aquí.