Por Teresa Hechem
10 abril, 2015

El hecho de estar solos es tan doloroso que estamos dispuestos a hacernos daño para evitarlo.

¿Se han dado cuenta que sentirse ocupado es como una insignia de honor? Solo que aquí, no hay por qué tener honor porque estar ocupado es una enfermedad.

El Dr. británico Michael Marmot, quien ha estudiado el estrés y sus efectos, ha dicho que el estrés es auto-creado porque las personas se mantienen ocupadas pudiendo ejercer un control a esta condición. El profesional dice que muchas veces creamos sentimientos de prisa y de preocupación cuando no deberían existir.

Pero, ¿por qué un hombre hecho y derecho, con un cerebro y dos dedos de frente, decide voluntariamente crear estrés en su vida? Porque tenemos miedo de nosotros mismos. 

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En esta sociedad nos definimos por lo que hacemos, nuestras carreras, lo que producimos. Esta es la primera pregunta que nos hacen en las fiestas, y con frecuencia es la primera pieza de información que compartimos con los extraños. Lo que implica esto, es que si no estás ocupado haciendo algo, de alguna manera eres menos digno que los demás o por lo menos vales menos que los que están produciendo algo. 

Ahora, antes de empezar a pensar que esto es solo la opinión de un individuo, considera un estudio reciente publicado en la revista Science. En un experimento, los participantes recibieron una descarga eléctrica y, a continuación, les preguntaron si estarían dispuestos a pagar dinero para evitar ser sorprendidos de nuevo. Como era de esperar, la mayoría dijo que cambiarían dinero para evitar el dolor. Sin embargo, cuando estas mismas personas se quedaron solas en una habitación durante 15 minutos, casi la mitad optó por auto-administrarse una descarga eléctrica en lugar de sentarse a solas con sus pensamientos. 

Has leído bien; voluntariamente. Chocante ¿Cierto? Piensa en lo que esto significa. Solo el hecho de estar solos es tan doloroso que estamos dispuestos a hacernos daño para evitarlo.  

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Y esta es quizás la verdad más triste de todas: de alguna manera, las personas no se sienten lo suficientemente buenas para sí mismas. Así que llenan su perfil de Facebook y calendario con ocupaciones auto-importantes para simplemente evitar estar ahí. En este proceso, no solo se pierde la paz y la belleza que hay dentro de uno mismo, sino que también se pierde de ver esa misma belleza en los demás, porque la urgencia ha llenado de ansiedad y preocupación a la gente.

Es hora de dejar de definirse por las cosas que uno hace y comenzar a definirse a uno mismo por nuestro ser. Dejar de medir el tiempo por el reloj de la pared, y empezar a medirlo por las experiencias que compartimos con los que nos rodean. Y dejar de ver nuestras vidas como “ocupadas”, y en su lugar, verlas como lo que realmente son: una vida completa.