Sin tener que recurrir al gas pimienta…
Algunos hombres confunden el acoso callejero con el piropo o el halago. Lo cierto es que son 2 cosas completamente distintas. El acoso no es un cumplido; es agresión. Algo bastante común para Débora Adorno, una mujer brasileña. Recientemente posteó en Facebook los incómodos momentos que vivía en su país, simplemente por caminar por las calles de Belo Horizonte, su ciudad natal. Y como sabía que los gritos no servirían de nada, decidió probar con una alternativa bastante original.
Incomodarlos a ellos con su peculiar cara de conejo… De verdad, el gesto no es para nada agresivo, pero desconcertó completamente a sus acosadores, quienes no supieron qué hacer, además de callarse y seguir su camino. Que es justamente lo que queríamos que sucediese, no?
La expresión se ha convertido en su marca personal. Es fácil, no cuesta dinero y, aparentemente, es efectiva en esos odiosos casos de acoso callejero. Débora invitó a sus seguidoras a probarlo, y ha tenido bastante convocatoria:
@naosalvo #caretadodentinho pic.twitter.com/2ppY2sCsoU
— CAPIVARA™ (@biakoney) marzo 18, 2015
@naosalvo eu já tô! #caretadodentinho pic.twitter.com/J8MIfwUxaR — Paula Falcão (@paulafalcaos) marzo 18, 2015
@naosalvo sou praticante da #caretadodentinho desde 1995. pic.twitter.com/M81Bmc3tbj
— Larissa Horta (@lariskahorta) marzo 18, 2015
#caretadodentinho @naosalvo pic.twitter.com/9Q4YsmxSlf — Silvana de Castro (@silvana0705) marzo 18, 2015
#caretadodentinhopic.twitter.com/jy98FUUUk7
— Daʏaռa Nʊռɛs (@DayanaNunes_) marzo 18, 2015
Y tú, ¿crees que sea un método efectivo?