Por Bárbara Samaniego
11 marzo, 2015

Y además, con un impresionante sentido del humor!

Lisandro Zeno es un chico de 25 años de la ciudad de Rosario, Santa Fe (Argentina). Es estudiante de Medicina y jugador de Rugby. En noviembre pasado, un día como cualquier otro, le diagnosticaron Leucemia. Lisandro, Lichi para los amigos, comenzó rápidamente con el tratamiento, pero con una particularidad: siempre con buen humor, positivismo y sobre todo, ganas de salir adelante…

Su energía positiva los contagió a todos. Un par de días después de comenzar el tratamiento, la televisión rosarina resultó conmovida por su historia, y por el espíritu alegre que la caracterizó desde un principio. Los amigos de Lisandro tuvieron un gesto conmovedor, que nos emocionó a todos: en un gesto de fraternidad, todos ellos se raparon y aparecieron en el Sanatorio para darle una sorpresa:

Captura-de-pantalla-2015-03-10-a-las-9.36.27

La historia de Lichu es una historia de fuerza y superación. Con el correr de los días, conocidos y no conocidos se unieron en un solo mensaje de aliento: #NoPasaNadaMaestro fue el lema que comenzó a circular por Argentina, para brindarle energía y apoyo. Cada día llegaban nuevos mensajes de personalidades conocidas del área del deporte, la música y el espectáculo.

Y mientras se encontraba internado cumpliendo con su tratamiento, Lisandro decidió crear Compartí Vida, una ONG para concientizar acerca de la importancia de la donación de sangre y médula ósea. Uno de los videos que Lichu grabó para comenzar a difundir su mensaje es francamente hilarante:

Todo el mundo estaba impactado: ¿Cómo lo hace para tener tan buen humor? Sus amigos comentaban en la página web que crearon en su nombre:

“No cualquiera le pone el pecho a una situación como esta, y menos de la manera en que vos lo hiciste. Mientras algunos quizás creían que ibas a estar un largo tiempo así, vos los engañaste a todos. Pero también sorprendiste a la medicina, que todavía no entiende cómo en tres meses quedaste como nuevo. La verdad es que lo tuyo es más que admirable”.

El tiempo pasó y en febrero, Lichu ya estaba absolutamente recuperado. Pero eso no menguó sus ganas de ayudar. Ha seguido organizando eventos para incentivar la donación de médula ósea y fiestas en agradecimiento a todos quienes lo ayudaron en su difícil proceso:

httpv://youtu.be/8K_Z6Cz8ktA

El mundo debe escuchar la historia de Lichu, ser consciente acerca de la donación y su importancia para salvar vidas, y sobretodo, asimilar su potente mensaje: no hay que doblegarse ante el dolor, sino hacerle frente con fortaleza.

Te puede interesar