Por Catalina Grez
3 marzo, 2015

¿Utilizarías 3 mil horas de tu tiempo para hacer un solo modelo? Él sí.

Hace 35 años, Scott Weaver comenzó pegando pequeños palos. Después de crear algunas estructuras abstractas, comenzó a rodar pelotas de ping pong y así fue como descubrió su arte.

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El resultado es una estructura de 9 metros llamada “Rodando por la bahía”, muy elaborada y complicada, consiste en múltiples recorridos que están representados por los caminos que las pelotas en movimiento crean. Pasan a través de barrios, lugares históricos y los símbolos emblemáticos de San Francisco.

Él no es la única persona que ha hecho tales modelos ingeniosos, pero ninguna otra tiene el mismo tacto ni los mismos componentes cinéticos únicos. El artista dijo al San Francisco Chronicle: “Siempre he tenido un sueño que iba a construir la mayor escultura palillo de dientes en el mundo. No la es, pero ninguno de ellos tiene una pelota de ping pong que rueda a través. Es San Francisco como yo lo veo”.

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Si quieres ver más trabajos de este artista, visita su página web.

Visto en Homesthetics.