Por Daniela Bustos
28 enero, 2015

Isla de Pascua es como ningún otro lugar del mundo. “El ombligo del mundo” se encuentra a 3700 km de la costa de Chile y con sólo 117 kilómetros cuadrados, es uno de los lugares más místicos del planeta, lleno de increíbles historias y una rica cultura.

1. La historia tras los Moai

Björk
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Eco Sport
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Francisca Valenzuela
Francisca Valenzuela

La mayoría de las personas la reconoce por sus grandes esculturas de piedra volcánica o Moai, que resaltan en los paisajes más dramáticos y encantan a todos los turistas. Los puedes ver formados en línea, todos juntos y algunos rotos. Uno de los lugares más famosos es Rano Raraku, donde las figuras se levantan sobre la tierra. Si bien se sabe que la construcción era una de las actividades principales de la gente que los tallban para proteger el linaje y la isla, parte de la historia continúa como un misterio.


2. El peculiar nombre

Nicolas de Camaret
Nicolas de Camaret
Nicolas de Camaret
Nicolas de Camaret

El peculiar nombre se debe a que los holandeses llegaron a esta tierra el día de Pascua de 1722 a mando del comandante Roggeveen. A pesar de algunas trágicas anécdotas que ocurrieron en épocas pasadas, la isla aún tiene descendientes de los habitantes originales. Incluso hoy su lenguaje y tradiciones entregan una muestra del antiguo estilo de vida que tenían.


3. De dónde salieron los hombres-pájaro

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Existe una villa llamada Orongo que ofrece otros misterios de la isla. Ubicada entre el volcán Rano Kao y un acantilado, se pueden encontrar 150 figuras con cuerpo humano y cabeza de pájaro. Los antropólogos creen que fueron parte de un culto religioso que surgió tras distintos enfrentamientos en la isla, el cual llevaba a cabo ceremonias para escoger al “Hombre Pájaro” o “Tangata Manúque” que sería el jefe durante un año, pero algunos detalles siguen poco claros.


4. No todo son esculturas de piedra

Arian Zwegers
Arian Zwegers

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Aquí podrás bucear, hacer snorkel y surfear. En tierra, no hay mejor forma de descubrir la isla que hacerlo caminando, en bicicleta o a caballo. Pero si sólo te quieres relajar, encontrarás playas donde relajarte como la hermosa Anakena.

A pesar de que la isla es famosa y los turistas aumentan con cada temporada, su magnético encanto se mantiene.