Es uno de los monumentos más importantes de la arquitectura islámica en España. Primero fue un templo romano dedicado a Juno que luego se transformó en el lugar de la construcción del templo cristiano más importante de Córdoba, pero todo cambió tras la invasión musulmana de la península ibérica. Después de la Reconquista, se llevó a cabo su consagración como catedral.
Fue la segunda mezquita más grande del mundo en superficie (tras la Mezquita de La Meca) con 23.400 metros cuadrados, pero luego fue alcanzada por la Mezquita Azul (Estambul). Hoy es la tercera más grande y además es Patrimonio de la Humanidad desde 1984.
Una particularidad, es que al contrario de la tradición su muro de qibla no fue orientado hacia La Meca. Y en la actualidad, está prohibido cualquier culto colectivo o rezo organizado no católico.
Existen dos zonas diferenciadas, el patio (sahn porticado) y la sala de oración (haram). En el interior se pueden encontrar 1.300 columnas de mármol, jaspe y granito, sobre las que se apoyan 365 arcos bicolores.
El recinto se divide en cinco zonas y cada una de ellas corresponde a las distintas ampliaciones que fueron llevadas a cabo. Su historia muestra la evolución del arte omeya en España, además de los estilos gótico, renacentista y barroco de la construcción cristiana, debido a los siglos que duró su construcción.
En resumen ¡Una verdadera obra de arte!
