Shelby Swink, de 23 años, conoció a su ex novio en la universidad en el año 2011… el romance comenzó de inmediato. En marzo del 2014 se comprometieron y planificaron la boda para noviembre del mismo año.
Fotografía de Elizabeth Hoard Photography
“Vertí todo mi corazón y alma en planear la boda, porque quería que el día en que celebrásemos nuestro amor y compromiso fuera absolutamente increíble”, explicó la joven al diario Ingles Daily Mail.
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Pero cuando la semana de la boda llegó, el entonces prometido de Swink le dijo que ya no estaba enamorado de ella, no quería casarse y no quería pasar el resto de su vida con ella.
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“Bam. Mi sueño de casarme y tener hijos con el que pensaba era el hombre con el quien iba a pasar el resto de mi vida, se desvanecido”.
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“Estaba en shock y no tenía idea que pensar o hacer. Estaba paralizada. Los días siguientes fueron un sin fin de llamadas a los invitados y proveedores para cancelar los servicios contratados para la fiesta.”
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Swink explicó la suerte que tiene de tener a sus amigos y el apoyo de su familia. Pero, ninguno de ellos sabía qué hacer o cómo actuar cuando llegó el día que se suponía era el día su boda.
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Pero sabía una cosa con certeza: “Un día de compasión era lo que menos quería, o realidad, lo que menos necesitaba”.
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Así que la fotógrafa Elizabeth Hoard le propuso una forma perfecta para cerrar el ciclo. La profesional le sugirió hacer una sesión de fotos destrozando su vestido de novia, pero de una forma divertida y colorida
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“Al principio me pareció una locura, pero después de pensarlo mucho, sabía que la sesión era perfecta para mí. Después de todo, era sólo un vestido, un elemento material.”
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“El primero de noviembre se suponía que era un día de diversión y felicidad, rodeada de amigos y familiares que me quieren”, cuenta Swink. “Me dije a mi misma que no iba a dejar que la decisión de mi ex-novio me quitara eso.”
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Le pidió a sus padres que la acompañaran en la sesión de fotos.
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“Mi mamá es la que pagó por el vestido, así que estaba nerviosa acerca de cómo iba a reaccionar cuando le dije lo que quería hacer con el. Pero ambos me apoyaron 100% y quisieron estar ahí para mí “.
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El papá de Swink incluso trajo un poco de champán y puros.
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Ella también quería que sus damas de honor estuvieran. Para ellas terminó siendo tan emocionado como para Swink.
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“No podría haber pedido un mejor grupo de amigos.”
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“Ni siquiera puedo describir lo liberador y catártico de la experiencia”, dijo Swink. “El momento en que la pintura golpeó mi vestido por primera vez, sentí que estaba liberada de toda la pena.”
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A pesar del hecho de que su boda se cancelo, Swink sigue positiva y llena de inspiración.
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“En vez de acostarse y dejar que la vida me pisotee, decidí levantarme y enfrentarlo de frente”.
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Y si pudiera decirle una cosa a su ex, esto sería: “Gracias por liberarme de un gran futuro dolor. Gracias por empujarme a darme cuenta de mi propia fuerza … “
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“… Gracias por enseñarme que nadie puede quitarme la felicidad. Gracias por dejarme ir para que pueda encontrar el verdadero amor. GRACIAS! “
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Todas las fotos pertenecen a Elizabeth Hoard photography. Puedes encontrarla en Facebook aquí.