Por Teresa Donoso
8 septiembre, 2014

Es tiempo de que te preocupes menos. Sí, correcto. Algunas veces cargamos el mundo sobre nuestros hombros y en vez de hacer que el mundo sea un lugar mejor, lo único que logramos es crear más estrés. Aquí hay algunos trucos simples para liberarnos de esas pesadas cargas y sentirnos más libres.

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Lo que otros piensan.

Baila a tu propio ritmo. Compórtate como un tonto. Haz lo que quieras, sin  preocuparte  por lo que los otros piensen. Es tu vida, tus decisiones y tus elecciones. A los otros les encanta juzgar. ¿Por qué debería importante si lo hacen? Solamente tú puedes definirte a ti mismo, déjalos divertirse si eso los hace feliz. Cuando te preocupas demasiado por lo que los otros piensan, vives tu vida para ellos y no para ti mismo.

Los errores del pasado.

Todos cometemos errores y complicamos nuestras vidas. Es justamente así como la vida se desarrolla. No seas demasiado duro contigo mismo. Acepta que todos fallamos alguna vez; es parte de la condición del ser humano. Tienes permitido tomarte un descanso. Aprende a perdonarte con más frecuencia.

Falla

La palabra prohibida a la que todos temen. Ese concepto no tiene que ser atemorizante. En el peor de los caso, depende de tu actitud ante las fallas. Si consideras que una falla es sinónimo de no ser perfecto, entonces te sentirás permanentemente destrozado. Si has abandonado algo, no has fallado. Debes ver a las fallas como una curva de aprendizaje, de prueba y error. Ve a las fallas como tus amigas – no son un gran problema, a menos que tú dejes que lo sean.

Lo que no tienes.

La tendencia por defecto del ser humano es a pecar por falta, más que por abundancia. Lo único que logramos con esto es preocuparnos más. Nos focalizamos en lo que no tenemos y terminamos sintiéndonos permanentemente privados de algo. ¿Con que objetivo? Con frecuencia les  digo a mis clientes que se focalicen en las cosas positivas que tienen y en las negativas de lo que no tienen. ¿Por qué querrías torturarte a ti mismo pensando en todas las cosas que no tienes? Ese tipo de mentalidad no te servirá para lograr nada productivo. Haz una lista de las cosas que aprecias de tu vida. Siempre habrá otros que tengan más y otros que tengan menos. Lo que tienes es suficiente.

“ Y si…”

Podemos volvernos locos preocupándonos por qué habría pasado en el futuro. Nadie puede predecir el futuro (los físicos podrían discutir un poco sobre esto), y no tiene sentido torturarte en forma innecesaria acerca de cosas que podrían nunca pasar. Acuérdate que éste tipo de preocupaciones es energía perdida y que te distrae de tus objetivos.  Si no puedes hacer algo en este momento, hazlo. Si no, piensa en otra cosa y guarda tus preocupaciones.

“Seré feliz cuando…”

Cuando creemos que seremos felices una vez que algo haya pasado, estamos poniendo nuestra vida en compás de espera hasta que eso ocurra. Desear que tu vida actual desaparezca es un modo de desperdiciar los momentos de felicidad. Disfruta más del momento y preocúpate menos acerca de lo que pasará en el futuro. Decide ser feliz hoy. La felicidad no es un destino, es una manera de viajar.

Remordimientos.

Los remordimientos son parte de la vida. El pasado no puede deshacerse, sólo sirve para analizar lo que has hecho en la vida desde un punto de vista filosófico. ¿Has aprendido algo de tu pasado? Si has aprendido a no hacerlo nunca más o tratar de encontrar una manera diferente de hacerlo, entonces puedes decir que has obtenido un resultado positivo. Aceptar lo que haya pasado, le permite al ser humano aprender de los errores y avanzar.

Rechazo.

Muchos de nosotros le tememos al rechazo y permanecemos en nuestra zona de confort sin jamás arriesgar demasiado. Deja al descubierto tu corazón y arriésgate a ser vulnerable. Cuanto más te escondas del miedo, dicho miedo será cada vez más grande. Demuéstrate que puedes expresar tus sentimientos y vivir con las consecuencias. De esta manera conquistarás tu miedo al rechazo y así tendrás menos preocupaciones. Aún cuando el resultado no sea el esperado, pronto te darás cuenta de que no fue tan malo como anticipaste y que realmente puedes lidiar con él. Acepta un poco más las críticas, sé valiente y trata ver la vida como una aventura.

Las expectativas sociales.

Sé flaco, sé hermoso. Muestra tu riqueza y tu estatus y así serás adorado. ¡Qué  estupidez!. Cuando té aceptas y te gustas tal como eres, no necesitas demostrar nada a nadie. No compres las imágenes que los medios te venden a diario acerca de la perfección. Muchas de las imágenes están retocadas y nos llevan a creer que todos deberíamos vernos perfectos. Trata de no tomarte esto muy a pecho. A todos nos gusta ver imágenes perfectas, pero no debemos olvidarnos del hecho de que la mayoría están digitalmente retocadas y que no son naturales. Ámate a ti mismo, con tus imperfecciones. La auto aceptación es la verdadera libertad.

Sé suficientemente bueno.

Es fácil creer que de alguna manera no calificamos para algo. Vivimos en un mundo competitivo. Está bien y es saludable querer mejorar  y crecer como persona. Sin embargo, cuando internalizamos las ideas negativas de que no somos lo suficientemente buenos para algo, esto se vuelve poco saludable.  Siempre trata de desafiar a estos pensamientos. ¿Qué es ser lo “suficientemente bueno”? ¿Dónde se puede hallar el libro con las reglas internacionales que definan que es “suficientemente bueno”? Si estás feliz con quién eres, dónde estás y cuán lejos has llegado, entonces eso es lo único que debe importarte.

Todos nos preocupamos y creamos tristeza en nuestro interior. Recordemos estos diez puntos ya que son ítems que deberías eliminar inmediatamente de tu lista de preocupaciones. Con suerte, te sentirás más liviano y con muchas menos preocupaciones.