Por Simona Villela
8 septiembre, 2014

Hace unos años, Angie Aker escuchó terribles y violentas palabras saliendo de la casa de su vecino. Sin saber qué hacer, y teniendo miedo a lo que podría suceder cuando ella no podía oír, escribió esto.

Querida Mujer:

Tú no me conoces y no gano nada escribiéndote esto, podrías tener 50 personas a tu alrededor que te están ayudando con esta situación y no necesitas  nada de mí. Por otro lado, es posible que no tengas a nadie con quien sientas que puedes hablar con franqueza  y necesitassolo a una persona que te diga que no estás sola. Tú no estás sola.

Él te grita. Lo escuchamos, Él te dice cosas denigrantes. Lo escuchamos. No sé qué más sucede cuando las puertas y las ventanas se cierran  y ya no somos testigos, Pero no te equivoques, tú  no eres nada de esas cosas que él te dice. Todo el mundo en este lugar  lo sabe. Él no te ha despojado de tu credibilidad con nosotros. Puedes  sentirte despojada de tu poder como persona, de tu dignidad, de todas las cosas que te hacían sentir especial  antes de que él te hiciera sentir que todo lo que haces está mal o que estas equivocada.  La única persona que tiene la autoridad para alejar todas esas cosas eres tú. La única persona que puede restaurar esas cosas, poco a poco eres tú.

Tú no eres mala eres una buena mujer. Cualquier cosa insignificante que no hiciste según sus normas no importará en el futuro. Puedes seguir intentando  saltar  los obstáculos, obstáculos que el cambiará a propósito en el último minuto y por esta razón estás destinada a fallar, esperando desesperadamente que el vea como tú haces algo “bien” que sea digno de su amor… que seas confiable… que tu realmente lo AMAS…  Puedes  seguir esperando a que este hombre te elija una vez que haya aprobado que tú  seas “lo suficientemente buena”. O tu puedes mandarlo al diablo y escogerte a ti misma.

Hace años, yo estaba saltando esos obstáculos. Era yo esperando desesperadamente ser considerada “lo suficientemente buena.” Pero  finalmente me di cuenta justo antes de que hubiera sido demasiado tarde para salvarme a mí misma. En silencio había dejado el amor que sentía por mí misma pero pude recuperar un poco de ese amor y  este pudo reconstruir todo lo que ese hombre había destruido dentro de mí. A él no le gusto Casi me mata por eso Pero yo me escogí a mí misma. Y ahora vivo para contarlo. Puedes venir y preguntarme como se hace.

Con cariño,

Angie

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