Para que veas lo que sufren las personas con esta condición.
Una persona con dislexia tiene problemas para leer los letreros de la calle, escribir e-mails y todas las actividades comunes que involucren letras se tornan muy difíciles. El diseñador Daniel Britton se dio cuenta de que sufría de esto a los 11 años. A los 18 años recién pudo terminar su primer libro y leía tan rápido como un niño de 10 años. Tenía malas notas y estaba reprobando muchas materias pero finalmente logró salir adelante, aunque reconoce que con el doble de esfuerzo que una persona normal. Por eso, Brittton decidió crear una tipografía que simule la sensación de leer con dislexia
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Su obra la llamó Dyslexia y consiste en un abecedario que fue alterado para que sea menos legible. El diseño usa alrededor del 40 por ciento de la letra original para que las personas puedan leerlas pero con una velocidad mucho menor. Para Britton esta es una forma de que la gente entienda a las personas que sufren de dislexia ya que muchas veces estas personas son tratadas como estúpidas o lentas en las escuelas, por ejemplo, cuando se desconoce su situación.
“¿Recuerdas a los niños “malos” en el fondo de la clase? Quizás no eran tan tontos, aburridos o actuaban como estúpidos. Es posible que hayan tenido dislexia y los métodos normales de educación no les servían”, dijo Britton. Aproximadamente un 20% de la población mundial padece este problema, sin embargo muchas veces no es tratado o simplemente se ignora, según el Yale Center for Dislexia and Creativity.
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El siguiente texto está escrito con la tipografía de Britton. Mira que tan rápido puedes leerlo (está escrito en inglés):
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Eso es lo que dice en realidad: “This typography is not designed to recreate what it would be like to read if you were dyslexic, it is designed to simulate the feeling of reading with dyslexia by slowing the reading time of the viewer down to a speed of which someone who has dyslexia would read”.
“Esta tipografía no está diseñada para recrear cómo es leer si eres disléxico, está diseñado para simular el sentimiento de leer con dislexia, al disminuir los tiempos de lectura de quién lo vea a la velocidad con que alguien que padece dislexia leería”.
En la universidad donde estudiaba Britton se exhibieron además unos carteles con esta tipografía para ver cómo reaccionaban las personas y según su creador ha sido todo un éxito. Él cree que la educación mundial está en deuda con las personas que sufren de dislexia puesto que el material que existe no ha sabido ayudarlos de verdad.
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