¡Todos los perritos van al cielo! ¿O quizás al aeropuerto?
Todos amamos unas merecidas vacaciones al Caribe, pero no todos somos fanáticos de esperar en las incómodas salas de las terminales. Lo más probable es que a tu mascota también le moleste, pero aún así nadie se quiere quedar en casa y perderse de toda la diversión bajo el sol. Por esta razón, el famoso Aeropuerto John F. Kennedy en Nueva York, Estados Unidos, decidió que tu amigo peludo se merece más que una fría jaula y no puedo estar más de acuerdo.
Para darle el trato que se merece tu fiel mascota, en JFK están construyendo la terminal llamada “The Ark” (“La Arca“), donde los animales podrán disfrutar de televisión, pedicuras, duchas, veterinarios, masajes y piscina. Como si esto no pudiera ser lo bastante bueno, los felinos tendrán la oportunidad de jugar en una jungla con árboles reales e incluso los caballos comerán todas las cantidades de heno que quieran.
Ark Development
En este lujoso lugar de 16.536 m2 las mascotas pueden quedarse por la noche o pasar un rato agradable durante vuelos, disminuyendo el estrés que pueden sufrir en los trayectos. Pero si aún sigues pensando que se trata de una idea descabellada, no lo parecerá tan así si tomas en cuenta que aproximadamente 2 millones de animales vuelan cada año y 1 de cada 50 mil sufren lesiones o mueren durante un viaje. Sólo en el JFK pasan 70 mil animales cada año como gatos, perros, caballos, vacas, cabras, pájaros, cerdos y hasta ovejas.
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Pero todos sabemos que lo bueno, en general, cuesta caro y esta maravillosa Arca de Noé no es la excepción. Sin embargo, si consideramos que los dueños no tienen problemas en pagarle un pasaje de US$ 1000 a su bola de pelos, probablemente no duden a la hora de invertir entre US$ 50 y US$ 100 en su bienestar.
Ark Development
Si aún así no quieres gastar esta suma de dinero o simplemente no vas a Nueva York pronto, algunos consejos a tener en cuenta antes de volar con tu mascota son:
1. Evitar los viajes durante el verano.
2. Elegir vuelos directos.
3. Asegurarte que esté preparado para el trayecto.
4. Si es muy pequeño, mejor déjalo en casa.
5. Dile a los asistentes de la aerolínea que tu mascota va a bordo.
Ya no hay excusas para que se pierda de todos los buenos momentos.
