¿Qué frase típica de las mamás te identifica más? Averígualo con estas 7 preguntas

Cuando una mujer se vuelve mamá, no sólo obtiene superpoderes como leer la mente de los hijos. Cuando se vuelve madre, todo su vocabulario se enriquece. Y ella, que cuando niña escuchó a su mamita decirle “¡Estas no son horas de llegar a casa!” y “Cuando tengas hijos, te acordarás de mí”… bueno, seguro se acuerda de ella porque las repite. Parte de la maternidad es decir cosas inolvidables y hermosamente graciosas que las mamás siempre dicen.

Y, además, todos tenemos “frases típicas de mamá” que encajaron mejor con nuestra personalidad cuando éramos niños. ¿Lo has notado? Seguramente tienes la tuya… ¿Cuál será?

¿Eras de los que se sentaban adelante en la sala de clases y eras el "estudiante modelo"?

Sí... Incluso creo que no debí ser tan ordenadito.

No me iba mal, pero tampoco era una estrella. Y no me importaba dónde sentarme.

Yo simplemente era de esos que se sentaba atrás para propagar el caos.

¿Cómo eran las horas de la comida en tu casa?

Muy tranquilas. ¡Me comía todas las verduras!

A veces era molesto, pero no siempre... Todo niño tiene esa cosa que no le gusta.

Una batalla... para mí y mi mamá. ¡Qué tortura era comer las verduras!

¿Cuál de estas colecciones te identifica más?

Cicatrices, moretones, yesos...

Castigos por hacer berrinches y/o rechazar la comida.

Mis buenas calificaciones.

Si el profesor pedía hablar con tus padres, ¿por cuál motivo solía ser?

Por las tantas veces que tenía un comportamiento desordenado.

Cuando me enojaba con mis compañeros o el profesor.

¡Era para hablar casi todo el tiempo de cosas buenas de mí!

¿Cómo reaccionabas cuando te decían 'No' tras un pedido de algo que querías mucho?

Todo niño se enoja por eso, y entonces yo sólo lo hacía algunas veces. Y, además, nunca pedía nada demasiado importante.

¡Arde, Troya! Mi mamá debió tener pesadillas con mi temperamento...

No sé... Pero lo que sí sé era que podía hacer travesuras en cualquier lugar.

¿Te has perdido de tus papás alguna vez?

No. Siempre los tomaba de la mano o iba en el carrito de supermercado.

Alguna vez sí... Pero es algo muy normal, ¿no?

Si mis papás pudieran, me implantarían un GPS: cuando no me perdía, era por suerte.

¿Con cuál de estos gritos te identificas más?

Con el de una lesión física: por caer al suelo como un saco de papas, por un tirón de orejas...

¿Qué grito? Siempre fui tranquilo. No me identifico mucho con ninguno.

El que daba cuando quería mucho una cosa y no me la daban... O al revés.

Por la frase que más te identifica, y por tantas otras cosas notables que todas las mamás del mundo siempre dicen (sin importar si estás en México o en Kazajistán), nuestras progenitoras nos dan demasiados motivos para quererlas todos los días. Por eso “vístete un abrigo” y ve a la venta nocturna de Sears para comprarte ese gran regalo que ella merece para el Día de la Madre (aunque en ese día te diga “¡No era necesario!”). ¡Y “no vuelvas a casa tan tarde”!